Carolina Barón vivió en una sociedad tendente a la desacralización, al laicismo, con fuertes brotes de anticlericalismo. En su época que se hacía difícil la transmisión de la Fe. La Iglesia y los movimientos religiosos sólo eran creíbles en sus servicios humanitarios.
En este contexto ella supo superar las dificultades sociales, políticas, machistas, económicas… en las estaba viviendo. Fue capaz de responder a todas esas dificultades con su dedicación y esfuerzo.
Los principios fueron muy difíciles. Luchó contra el sistema y rompió muros, por eso era admirada por todos sus contemporáneos.
Viendo las necesidades de la gente se decidió a fundar la Congregación del modo más sencillo. La FE la impulsó a lanzarse:
“El martes 3 de abril, llegaron a Saint-Chinian, nadie las esperaba.
Su llegada pasa desapercibida, sin bullicio. La POBREZA presidió la bienvenida.
Pronto aparecen algunas mujeres del pueblo. Una de ellas comprendió que no era suficiente expresar sentimientos; de inmediato salió a buscar lo imprescindible: una vela “se hizo la luz”. Un haz de sarmientos y una olla: la pequeña Fraternidad comienza su vida comunitaria.
Otra vecina lleva un repollo bien preparado, unas manzanas y una tercera aporta un pan, alimento que les mantiene vivas.”
Qué pequeña es la semilla que más tarde crecerá
Qué pequeña es la semilla, somos cuatro nada más
Qué pequeña es la semilla que más tarde crecerá
Qué pequeña es la semilla, todo empieza en Saint-Chinian